martes, 18 de febrero de 2014

¡Vuelvo al DF, seguro!

A estas horas de la noche mi cuerpo y mi mente todavía siguen alterados por las vivencias de 4 días en México DF. Reencuentros, encuentros, nuevos amigos, tráfico (muchísimo tráfico), comida, canciones ...y música.
Reencuentro con Javier, mi amigo mexicano en DF que ya ha sido bautizado por Tomy Álvarez como: un corazón con patas. Javier te deja pequeño siempre y no porque sea grande sino porque necesita todo su cuerpo para albergar el gran corazón que tiene. Me encuentro con Tomy con la emoción desbordada por el nuevo escenario vital para ambos, México. Un país que nos enamora a los dos. Él ya estaba en México cuando llegué y esperábamos encontrarnos aquí. Ha sido una felicidad compartir estos primeros días buscando apartamento para él y mi nuevo amigo Carlos Izaga, entre el denso tráfico de esta ciudad. Carlos, un gran descubrimiento. Ríete de Cristóbal Colón cuando vino por aquí (si es que lo hizo). Lo encontramos (el apartamento) y creo que ya están viviendo cerca de otro amigo veterano en México, Gerard Mates. Tercer encuentro con él, tercera vez que comemos en el agradable restaurante que hay debajo de su casa. ¿No habrá pensado en colocar una barra de bombero para deslizarse hasta allí?
Pausa en el acento mexicano cuando nos vamos los cuatro a la presentación del nuevo disco de INNOCENCE en DF. Era una reunión de comunidad española en México: además de Geraldine estaba todo su equipo artístico español: Inés León, (la reina según Javier), Sergio, Javi... Incluso me encontré con un antiguo amigo que no veía desde hace ufffff, más de 25 años, José Dalama. Ahora técnico de Bisbal y en ese día relajado técnico de sonido de la presentación de INNOCENCE.
Llega el viernes y cumplo con mi promesa de cantar en el restaurante de Javier: Tierra Nueva. Es el día del amor y la amistad, 14 de febrero. Mi participación, que iba a ser testimonial con dos o tres canciones, se convierte en parte importante de esa noche cuando el público me espera por la novedad de un español cantando en SU restaurante. Todos eran amigos. Así da gusto. Y mucho más cuando también participa Tomy cantando conmigo dos canciones que nos hacen emocionar a los dos. Tanto
tiempo que nos conocemos y la primera vez que cantamos juntos lo hacemos con los acordes de "Aquellas pequeñas cosas" de Serrat. Perfecta elección, Tomy. No podré olvidar los semblantes del público mientras me escuchaban cantar. Era como ser un mago frente a niños que esperan ser embelesados con fantasías. Gracias a todos por vuestras muestras de cariño.
El viaje a Querétaro comienza el domingo, cuando Gabi me va a buscar con su coche, pero lo que pasa en Querétaro será para otro post.

¡Vuelvo al DF, seguro!

No hay comentarios: